O.M. AÏVANHOV – 23 de septiembre de 2015

O.M. AÏVANHOV 

Estimados amigos, yo soy O.M. AÏVANHOV, Comendador de los Ancianos acompándoos a muchos de vosotros ¿no es así? Y bien, hoy estamos en este espacio del Corazón, en este espacio en donde llega la Gracia, el Espíritu Santo, y es en este lugar donde nos encontramos a partir de estas palabras. Palabras que no son un gran discurso, pues no es la virtud de éste quien habla, pero que si están llenas de Amor, de Gracia y del Silencio que os aportamos desde toda vuestra familia de la Luz.

Así que bien, son unos pequeños elementos para acompañaros en este final de septiembre en donde cada vez están más abocados en nuestra creación, en vuestra interpretación del teatro, a vuestro posicionamiento en este desenlace de tantos y tantos hilos y nudos que os han traído a construir la identidad efímera que os ha acompañado durante estas tantas encarnaciones en nuestra nave Gaia.

Bien, tomémonos unos momentos para aclimatarnos… para unir el Cielo y la Tierra que ya veis que pasa en un instante, no hay que esperar grandes acontecimientos, normalmente será cuando estéis más indefensos, cuando estáis más abandonados, estáis fuera de vuestro aparente control, que la luz explotará. Haciéndoos entrar en unos procesos alquímicos que de ahora en adelante engloban la totalidad, si podemos decir, de vuestras estructuras, a medida que la Luz Vibral consume, engloba, purifica y desintegra todo el antiguo paquete de vibraciones que pertenecen a los planos limitantes, astrales, de percepción podemos decir “personalizada”.

A medida que estas explosiones en este proceso alquímico en el que encontraréis la totalidad, la integración Una en el Corazón, en vuestro Centro, en vuestra Chispa Crística, es decir en vuestro Cuerpo de Luz, de Fuego, donde todo viene a reunirse. Todo viene a solucionarse en este punto.

Integramos pues esta Unificación, esta puerta que fusiona el Fuego de las Aguas que llegan de lo Alto, este Fuego que viene a aportar la calma a todas las aguas de abajo, el fuego vital. En el momento de esta alquimia podéis encontrar alteraciones del fuego vital, movimientos en el interior de vosotros cómo  grandes trasvasados de agua, de contenido que van pasando de un lugar a otro. Esto solamente con el fin de estabilizar esta base de fuego vital en comunión con el Fuego Vibral, que os aporta una sensación de Ligereza, cómo si hubiera una limpieza total en las agitaciones de abajo, del agua de abajo, y de un solo golpe una Paz extrema, quizás un poco sorpresiva para vosotros se hará presente.

Así pues a través de esta alquimia final, la Obra al Blanco, numerosos van a hacer esta comunión juntos, a fusionar con los diversos niveles de dobles, de presencias de las dos polaridades, del Fuego del agua que se reúne y manifiesta la integración con el Matrimonio, que es la imagen poética que se ha usado para describir la fusión del Espíritu Solar con el alma o el agua.

En este Matrimonio no existe nada que deba ser enfrentado, no hay nada que tenga que ser descartado. Es gracias al Amor y a la acogida masiva del Fuego del Espíritu por las aguas de abajo que el alma de la Tierra, que vuestra alma, rendida a los pies de su Fuente, de su Padre, se libera de la atracción exclusivamente material, dando entonces el éxtasis, la Paz del Corazón, la Paz del Padre que os viene a bendecir, a confrontar y a dar el gran Gozo de este Matrimonio, en esta Paz.

Así pues recibid, acoged y sed el Gozo, en el éxtasis por dentro y por fuera, donde no hay ningún límite dimensional, ningún límite que pueda poner freno a la expresión de la Esencia de Luz que Sois.

Pues bien esta es mi pequeña visita de hoy en el Sí de este hermano. Os acompañamos y os saludamos en nombre de la Asamblea de los Melchizedek, ¡hasta muy pronto hermanos! Galopad con fuerza en estos días del equinoccio, estos días que os traen a la Fiesta del Arcángel Mikael.

Trasmitido por Sijah Sirius.

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