Yo soy aquél a quien llamáis OSHO, yo estoy muy bien con cada uno de vosotros, yo soy la Danza, y hoy junto con mi hermano RUMI, venimos a danzar con vosotros, a invitaros a la Danza, Danza de la Unidad, Danza del Éxtasis.
¿Es que el
bailarín está separado, es diferente de la Danza? Observad esto claramente. ¿Es
que hay alguna diferencia entre el bailarín y la Danza? No hay ninguna. Es
precisamente cuando no queda nadie en vosotros que la Danza se convierte en
vuestra Danza, es cuando entráis a la Danza.
Si
observáis este baile que emprendimos juntos, veréis que durante mucho tiempo
habéis decidido quedar sentados. Sentados observando vuestros propios límites,
sentados observando quizás la Danza que alguien había decidido danzar. Sentados
de este modo habéis creído conservar vuestra seguridad, vuestra zona de
confort. Pero como bien os he explicado, no hay ninguna seguridad en lo
efímero, en lo que nace y en lo que muere. La única seguridad si podemos
decirlo así es la Danza. Danza que viene a llevaros más allá de lo que habéis
creído ser, más allá de todas las barreras que os han impedido ser Uno con la
Danza.
La Danza engloba
todos y cada uno de los niveles de experiencia. ¿Es que existe alguna
diferencia cuando Danzáis con este cuerpo? Que cuando danzáis en este
espacio-tiempo, en otro espacio-tiempo o en ningún espacio-tiempo, la Danza
permanece siempre idéntica, pues esta es la Danza de la Unidad, es el baile de
la Vida.
Aire y
Fuego, Fuego y Aire, encienden en vosotros la Llama que Danza. Danza y toma lo
suyo que no es suyo, sino de toda la Vida, de toda la creación. Os invitamos a
la Danza de la Unidad. Danza en donde nada puede ser escondido, donde nada
puede ser preservado. ¿Preservado de qué? ¿Preservado del peligro? ¿De un
miedo? ¿De una situación sea la que sea? La Danza os libera de la prisión
misma.
¡Levantaos
de la silla! Empezad los pasos de la Danza, bailad sin mirar atrás, sin mirar
adelante. Bailad pues esta coreografía se despliega sin vosotros, se despliega
sin ningún esfuerzo. El único esfuerzo será el de resistir a la Danza, entonces
sí, la resistencia ocupará el espacio de la Danza. Pero si dejáis este templo
llenarse de del Aire y del Fuego sin preguntaros cómo pasará esto, lo que
habéis creído ser desaparecerá, y aparecerá lo que siempre es en toda dimensión
de vida: la Eternidad, el Baile, y la Danza de Fuego, de la Alegría.
Este Fuego
y este Aire intensifican la entrega a la Danza, entreguen a la Vida las
pequeñas maletas que todavía guardáis. La Danza os invita a abandonar
totalmente, en confianza, vuestro Espíritu a LA FUENTE, para que sea el
director de la Danza en la Unidad.
Nada puede
quedar en este Fuego que no sea la Alegría y la Joya. Nada puede quedar en este
Fuego que os impida danzar.
¡Levantaos
de la silla! Venid a danzar con nosotros, porque no ha habido nunca un momento
en que la Danza se haya detenido, sólo ha habido un instante en la Eternidad en
el que habéis creído por adhesión en las herramientas efímeras de esta
dimensión, que vosotros no formabais parte de la Danza de la Unidad.
¡Levantaos
de la silla y danzad!
Danzad con
el hermano RUMI que viene a continuar esta invitación con la Danza.
Quien os
habla os dice hasta ahora mismo.
Transmitido
por Sijah Sirius
Traducción:
Lucía Montaño Ferrer
Del
colectivo de los Niños de la Ley del Uno
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